miércoles, 1 de mayo de 2013

Fragmentos de Fruta Amarga.

No contestó. Se mantuvo impasible como un muñeco de cera. Puede que su cuerpo estuviese allí conmigo, sentado en la cama del dormitorio, pero su mente se había evadido a otro lugar, lejos de aquellas cuatro paredes que lo asfixiaban...
"Fruta Amarga", de Fran J. Marber.

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