Lola no parecía Lola. Aquel patito feo que conocí se había convertido en un hermoso cisne.
- ¿Estás bien? -le pregunté nada más verla.
- Sí -respondió despegando la pintura que sellaba sus labios. Aunque aquel sí pareció un no...
"El Juego de la Oca", de Fran J. Marber.
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