Entonces le preguntó a Chou...
- ¿Por qué los orientales les ofrecéis alimentos a vuestros difuntos si ya no pueden comérselos?
- Por la misma razón que vosotros les ponéis flores a vuestros muertos ante sus tumbas y tampoco pueden olerlas -respondió entristecido.
"Gusanos de Seda", de Fran J. Marber.
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